Con la repetición de ese hecho, los monos se fueron dando
cuenta de la relación causa-efecto, por tal motivo, para impedir el agua fría,
comenzaron a evitar que cualquier mono quisiera subir y alcanzar las frutas.
Pasado un tiempo ya ningún mono subía, a pesar de la tentación que les generaban las
bananas.
Entonces los científicos fueron más allá y sustituyeron uno
de los monos. Y como era de esperar la primer cosa que éste hizo fue subir las
escaleras para agarrar el alimento y rápidamente fue reprimido por sus
compañeros.
Después de algunas palizas el nuevo integrante del grupo ya
no subió más las escaleras.
Un segundo mono fue sustituido y le ocurrió lo mismo. Uno a
uno fueron sustituidos y pasaba lo mismo, hasta que quedo un grupo de 5 monos
que nunca habían recibido un baño de agua fría, pero aun así continuaban
golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas…
Si fuese posible preguntar a alguno de ellos porque le
pegaban a quien intentaba subir las escaleras, seguramente la respuesta seria:
“No se, las cosas siempre se han hecho así aquí…”
¿Soy feliz, me siento realizado con esto que hago?
¿Qué hacemos con lo que hacemos? ¿Nos hacemos cargo?
¿Cuántas veces nuestra respuesta seria la de esta historia?
¿Tomamos conciencia de que lo que nos pasa es nuestra responsabilidad? Y si nos damos cuenta, ¿Lo modificamos? ¿Qué nos detiene?
Einstein decía: “Si buscas algo distinto, no hagas siempre
lo mismo”
¡¡Sabias palabras si!! Ahora…
¿Tomamos conciencia de que buscamos algo distinto? ¿O
estamos tan automatizados e inmersos en nuestras rutinas que la necesidad nos
pasa inadvertida?
En estos tiempos donde “lo normal” parecería ser vivir en piloto automático, no nos damos cuenta
que dejamos de estar presentes, dejamos de SER aquí y ahora.
Absorbidos por “los temas importantes”, nos vamos
ausentando…
Cada vez se hace más necesario el contacto con el SER. Con
nuestro interior, con esa sabiduría organismica que “sabe”, “siente”, “habla”…
El cuerpo nos da señales, a veces nos pide a gritos que lo
escuchemos y muchas veces ese llamado de atención es ignorado.
Muchos son los mensajes en donde la palabra común es
COMPROMISO…
Comprometerse para una causa, comprometerse en un trabajo,
comprometerse en una relación, comprometerse para con el medio ambiente… ¿Y
nosotros?
Nos olvidamos que el
compromiso mas importante es para con nosotros mismos.
Dediquemos tiempo para nosotros. Busquemos nuestra manera.
Para algunos será la meditación, para otro yoga, mantras,
una caminata al aire libre, alguna técnica de respiración o hasta simplemente
sentarse en un sillón…
Hagamos un alto. Tomemos contacto. Que el hacer, sea,
nuestra elección. Que sea a conciencia, no de memoria. Asumamos el compromiso.