Envuelve toda la habitación. Comienzas un viaje más allá de
lo imaginable. Por momentos las notas son como flechas que penetran la
delicada piel provocando dolor, te sientes vencido, abatido.
Y por momentos... la esperanza.
La fuerza ingresa por los poros y te levantas como un guerrero
con espada en mano para enfrentar al destino.
La alegría y el amor también son
invitados a esta fiesta. Como mariposa de cara al sol, volando de flor en flor
saboreando el dulce néctar.
La música genera toda clase de emociones. Déjate llevar.
Se endulzan los oídos. El alma, el espíritu, tu yo interior,
se alimenta de cada nota. Se libera.
Nace, crece, muere y vuelve a renacer. Todo
al mismo tiempo.
Afloran sentimientos. Es limpieza. Es brillo.
Es mágica, la música es magia.
Nos rodea, nos llena. Tan solo tienes que dejarla entrar.
Abrir tu corazón y dejarla actuar.
Como escuche en una película “La música esta alrededor nuestro. Todo lo que tienes que hacer es
escuchar…”