LA VIDA NO ES ESPERAR A QUE PASE LA TORMENTA... APRENDE A BAILAR BAJO LA LLUVIA...

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jueves, 2 de julio de 2009

Permitirse permanecer en el dolor

¿A quien le gusta permanecer en el dolor? Suena ridículo...
Justamente, si hay algo en que la mayoría coincidimos, es, en evitar el dolor, y seguir adelante.
Hacer un “como si nada pasara” y continuar...

El tema es, que ante determinadas situaciones sería necesario.
Un duelo por ejemplo. Lo primero que se piensa cuando se habla de un “duelo” es en la muerte, en la pérdida de un ser querido por fallecimiento. Pero esta palabra tiene una mayor amplitud.

Hay duelo, cada vez que hay pérdida, rechazo o frustración. El duelo es una adaptación a la nueva situación que hemos de vivir.

Después de sufrir una perdida hay ciertas “tareas” que se deben realizar para reestablecer el equilibrio y completar el proceso del duelo. Y cuando hablo de permanecer en el dolor, lo digo en relación a esto último.

En mi experiencia, el asumir las heridas de la vida, el permitirse estar mal, triste y darse el tiempo para procesar aquello que nos produce dolor, normalmente nos cuesta.
El tema es que para poder madurar es necesario querer superar y reconciliarnos con nuestro pasado. De nada sirve seguir apegados a eso que ya no esta, un ser querido, un sentimiento, un trabajo, un lugar... solo nos deja anclados en el pasado, imposibilitándonos seguir con nuestra vida.

Son situaciones difíciles de atravesar y aprendiendo a soltarlas, a superarlas, a digerirlas podremos, de una manera mas sana, continuar con este oficio que es vivir.

Según los especialistas hay ciertas etapas, tareas básicas, que son necesarias completar para poder acabar un duelo.

Aceptar la realidad de la pérdida, trabajar las emociones y el dolor de la misma, adaptarse al nuevo medio que se nos presenta y recolocar emocionalmente a esa persona, sentimiento, situación… y continuar viviendo.
Pasamos de la perplejidad a la tristeza creciente, a la presencia de la ausencia para luego paulatinamente reorganizar nuestra vida.

Quizás algunos se preguntarán...

¿Y cuándo acaba un duelo?

Lo cierto es que no hay una respuesta disponible. Si bien desde la bibliografía existen todo tipo de intentos para establecer fechas, lo real, es que no podemos decir con exactitud cuanto dura un periodo de duelo ya que la duración de éste, dependerá de cada persona y de las circunstancias que lo rodean.

Se podría decir que el duelo acaba cuando podemos volver a invertir nuestras emociones en la vida, en el presente.